98 - "Aguirre Jado Francisco Javier"
Nació en Guayaquil el 10 de
Agosto de 1853 habiéndose graduado de Abogado en la Universidad porteña, hijo
de don Francisco Javier Aguirre Abad y de doña Teresa Jado y Urbina. Se casó
con doña Angela Overweg y Wright, habiendo ejerciendo el cargo de Ministro
Plenipotenciario del Ecuador ante el
Gobierno de Perú.
El Perú, en actitud desafiante,
envió a nuestro Gobierno una nota conminatoria, dándole el plazo de seis días
para que el Ecuador diese satisfacciones por los ataques realizados a la
Legación Peruana en Quito y al Consulado de la misma nacionalidad, en
Guayaquil. Pero ante la reacción viril del Ecuatoriano, que lleno de fervor
patriótico se preparaba para defender con las armas la integridad nacional, el
Gobierno de Leguía ordenó retirar la nota desafiante del Perú la misma que
reposaba en la Cancillería Ecuatoriana. Pero como el Ministro de Relaciones
Exteriores, señor Aguirre Jado, no exigió el retiro de la nota por escrito y
consintió en devolverla ante una insinuación verbal, Alfaro censuró tal
actuación, y el canciller Ecuatoriano tuvo que renunciar.
Dr. Francisco Xavier Aguirre
Jado, notable Abogado de consulta, que fue Ministro de la Corte Superior de
Guayaquil y también Ministro plenipotenciario del Ecuador en el Perú, como lo
fue su padre el Dr. Aguirre Abad. Al
fundarse la Junta Universitaria del Guayas el 1 de Diciembre de 1867 hace 111
años, con fecha 16 de Septiembre de 1868, se iniciaron oficialmente los
estudios de Jurisprudencia y el Señor Francisco Xavier Aguirre Jado, fue uno de
los alumnos que en el año 1870 obtuvieron matrícula para el primer año de
Derecho, habiéndose graduado de Dr. en Jurisprudencia Civil y Canónica en el
año 1876. El Dr. Aguirre Jado que nació en Guayaquil el 10 de Agosto de 1853 y
falleció el 17 de Diciembre de 1914 contrajo matrimonio el 24 de Abril de 1880
en esta ciudad con doña Angela Overweg y Wright, dama porteña que nació en
Enero de 1857, hija de don Otto Enrique Gustavo Overweg, natural de Alemania y
la Señora Doña Delia Wright Rica también de esta ciudad.
99 - "Aguirre Irrisarri José"
La administración de Aguirre era,
así mismo, acreedora al mérito; la renovación total y aumento de la Real
Aduada: la nueva, hermosa y costosa sala de Armas, con su correspondiente almacén
para los Pertrechos de guerra; el reloj que gobierna la ciudad: La Noria y
Estanque en el cerro de la ciudad vieja que le abastece de aguas en el tiempo
de escases.
100 - "Aguirre Guarderas Francisco"
El 3 de Enero de 1857 nació en
Quito y murió en esta misma ciudad el 4 de Febrero de 1904. Dramaturgo sutil,
dejó inéditas sus dos obras teatrales, “Receta para heredar” y “Receta para
viajar”, la última representada en el teatro Sucre, en 1892.
101 - "Aguirre Ferruzola Vicente"
En 1889, apareció la sociedad
Liberal Republicana, siendo vocal don Vicente Aguirre Ferruzola
102 - "Aguirre Ferruzola Enrique"
En el diario “La Nación”
colaboraban en 11 la sección literaria, desde 1879. Enrique Aguirre Ferruzola
(Oscar de Alba).
103 - "Aguirre Ferruzola Carlos Alberto"
Banco del Ecuador de 1873.
Gerente de Guayaquil Carlos Alberto Aguirre Ferruzola.
BANCO TERRITORIAL
A don Eduardo M. Arosemena se
debe la iniciativa para la formación de una Banco Agrícola. Con su enorme
prestigio no tardaría en complementarse la suscripción de $400.000 de capital.
El 6 de Octubre de 1886, convocados por Arosemena, reunirían en el local del
banco del Ecuador, las siguientes personas que formarían la suscripción de
acciones.
Carlos Alberto Aguirre, por él y
por Adolfo Klinger número de acciones 20. Por lo que hace a los conservadores,
éstos presentan una larga lista: Don Rafael María Arízaga, don Carlos Alberto
Aguirre, don Lautaro Aspiazu, etc. Verdaderas ilustraciones de papel periódico.
Banco de Crédito Hipotecario.
Directores de 1905.
Presidente: Carlos Alberto
Aguirre Ferrusola.
1905 Caja de Ahorros de
Guayaquil.
Comisarios: Aguirre Ferruzola.
Carlos Alberto
Directorio en 1905, del Banco
Territorial
Principales: Carlos Alberto
Aguirre Ferruzola
El Banco Territorial – Octubre de
1886
Los estatutos se publicaron en el
Nacional del 9 de Diciembre de 1886. Por ellos se conoce la lista de acciones,
que incluía a connotados comerciantes y banqueros principalmente vinculados con
el Banco del Ecuador: Luciano Jaramillo, Adolfo Hidalgo, Carlos Alberto Aguirre
Ferruzola.
104 - "Aguirre Nicanor Roberto"
Fue designado como quinto Obispo,
Mons. Nicanor Roberto Aguirre, quien nació en Riobamba el 10 de Enero de 1887.
Fue ordenado sacerdote el 24 de septiembre de 1910; elegido para la iglesia
titular de Hippos y Administrador Apostólico de Loja el 16 de diciembre de 1937;
consagrado el 8 de Mayo de 1938 y nominado obispo de Loja el 23 de Octubre de
1945.
Presentó su renuncia a la
Diócesis de Loja el 10 de Octubre de 1956 que es aceptada en 1957, para pasar a
desempeñar el cargo de Deán de la Catedral Metropolitana de Quito. Murió en la
provincia de El Oro.
105 - "Aguirre y Cepeda Francisco Javier de"
Nacido en Baba. Cadete del
Regimiento de Infantería del Batallón de Blancos de Guayaquil, regidor del
Cabildo y Alcalde de la Santa Hermandad en 1817. Fue miembro del Colegio
Electoral de Guayaquil el 11 de Noviembre de 1820. Falleció aquí el 5 de
Febrero de 1832. Estuvo casado con María Dolores de Abad y Fernández de Moreta,
padres del Dr. Francisco Xavier Aguirre y Abad, distinguido hombre público.
Colegio Electoral de la provincia
de Guayaquil, celebrado el 21 de Noviembre de 1820. Francisco Javier de Aguirre
y Cepeda, Diputado por Baba.
106 - "Aguirre Jado Francisco Xavier"
Nombrado Ministro de Relaciones
Exteriores en el Gabinete Guayaquileño Revolución de Alfaro, Enero 19 de 1906;
la revolución había comenzado el 1° en Riobamba, con María Terán.
107 - "Aguirre Abad Francisco Xavier"
Antes de cerrarse las sesiones
del Congreso, el vicepresidente nombró de Ministro del Interior y Relaciones
Exteriores al Dr. Pablo Merino, al Dr. Francisco X. Aguirre Abad de Hacienda y
al de Guerra y Marina. Los dos primeros se excusaron por motivos puramente
privados, pues ambos estaban satisfechos con el Gobierno del Vicepresidente,
quien nombró enseguida en lugar de ellos al Dr. Benigno Malo y al Sr. José J.
Valdivieso. Entretanto varios de los vecinos más influyentes viendo bien el
peligro que amenazaba a la república con la vacilante conducta del Gobierno,
proyectaron apoderarse de Robles y Urbina y arrojarlos fuera del país.
Los Sres. Dr. Pablo Merino, Ramón
Benites y José Mateus invitaron al Dr. Francisco X. Aguirre para que tomara
parte en la ejecución de ese proyecto. El Dr. Aguirre se excusó con sus
relaciones de familia con el Gral. Urbina que debía respetar. Con este objeto
se volvió a pensar en un Gobierno provisorio y para componerlo llamó Urbina a
su concuñado, el Dr. Aguirre, que había sido uno de los más opuestos a la
revolución, los buenos patriotas debían interesarse en dirigirse el Dr.
Francisco Xavier Aguirre Abad, rector de la Junta Universitaria de 1878 a 1882.
Entre otros liberales el Dr.
Francisco Aguirre Abad en 1863 y los conservadores que redactaban en Cuenca el
periódico “El Centinela” con los Hnos. Barrera, sostenían que el presidente
había excedido sus facultades al ratificar el concordato sin que procediera la
aprobación del Congreso.
El 10 de Enero de 1871 es decir
diez días después de la aparición del Rosicler, circuló el primer número de la
Esperanza, “Periódico religioso y Literario” figurando en el cuerpo de
colaboradores al Dr. Francisco Aguirre.
En 1854 el Gobierno Peruano había
tomado la iniciativa en este proyecto, y con tal seguridad el Gobierno del
Ecuador nombró de su Ministro al Dr. Francisco X. Aguirre, que tenía
conocimiento práctico de los más precisos antecedentes.
El Ministerio Ecuatoriano marchó
a desempeñar su comisión pocos días después de haberse retirado el Ministro
Chileno, llegó a Santiago en el mes de Marzo de 1856, en circunstancias de
hallarse en el campo el Presidente Mont, lo que retardó por algunos días su
presentación oficial.
En Enero de 1842 firmaron la
solicitud los señores Diego Noboa, Manuel Antonio Luzurraga, Idelfonso Corone,
Juan Francisco de Icaza, José P. de Icaza, Francisco Xavier Aguirre, F. Camba,
Vicente Gainza, Carlos Luckens, Vicente Hamon Roca, Manuel de Icaza, Francisco
Bernal, José María Caamaño y José Matheus. El Banco no llegó a formarse nunca.
El señor Aguirre dio los
manuscritos a su pariente don Manuel Marcos, para que los copiara en buena
letra: Marcos lo retuvo hasta que murió el autor. Una hija de éste había casado
con un sobrino de don Antonio Flores: por estos resortes pasaron los
manuscritos a manos de este último, quien publicó un fragmento de ellos, en su
obra “El Mariscal de Ayacucho”.
En 1852 el vicepresidente de la
cámara fue el sr. Ramón Benites, y luego por renuncia de éste; el sr. Francisco
Xavier Aguirre, ambos hombres graves y casi toda la asamblea estuvo compuesta
de personas de provecho.
A consecuencia de la exposición
de Pedro Carbo el 14 de Diciembre de 1863, ante el Consejo Cantonal de
Guayaquil le contestaron al Arzobispo y otros; entonces escribió el Dr. Francisco
Xavier Aguirre Abad un opúsculo que fue muy recibido. Titulase “Defensa del
Poder Temporal” y se publicó anónimo. Propiamente hablando dice nada le quedaba
que desear a la Iglesia ¿Padecía? ¿Le faltaba algo?
Presidente de la M.I.
Municipalidad de Guayaquil 1867. El doctor Aguirre Abad en el Congreso llamado
continental y que tuvo como sede la ciudad de Santiago de Chile en 1856, se
erige como uno de los más colosos defensores de los principios republicanos,
así como del mantenimiento de la integridad territorial de cada Estado, así
como el deber en que cada una de las partes contratantes en los documentos a
suscribirse, estaban en respetar la independencia de las otras.
Abogado en 1826, Juez de
comercio, Ministro de la Corte Superior, Plenipotenciario en Perú en 1855 y
Chile en 1856, autor del proyecto de la ley de manumisión de esclavos en 1852,
Rector de la Corporación Universitaria del Guayas Agosto 4 de 1878, Autor de
“Bosquejo histórico de la República del Ecuador” y dueño de “La Bella Unión” en
Daule; candidato a la presidencia en la constituyente de 1857 sacó el número de
votos contra 23 de su concuñado Urbina y 1 de Pablo Vascones, firmó en 1843 una
protesta en Guayaquil por la elección de
Flores.
Presidente del Consejo Municipal
(varias veces), fundador del colegio de los HHCC y compró una bomba contra
incendio con el legado de Luzurraga y con el dinero del Albaceazgo compró
“Mapasingue” autor de los “Estatutos” del sr. Vicente en unión de Manuel Icaza
Paredes y José María Maldonado Torres, en Febrero de 1848.
Subdirector de estudios en 1857
del Guayas Dueño de la Hacienda “La Bella Unión” en Daule en 1860, hacienda
ganadera. Defendió al coronel Manuel Ascázubi en 1849 durante su interinazgo.
Se pregunta si deben ser
expulsados “porque sus opiniones sea opuesta a las nuestras”. Exclama: “¿Y
entonces dónde estará la libertad?” Agrega frases muy expresivas al modo de
ésta: “No concibo cómo es que se niegue el asilo al jesuita en un país donde
pueden residir mahometanos”.
Ilustre hijo de Baba, venido al
mundo el 17 de Abril de 1808, del matrimonio de Don Francisco Xavier Aguirre y
Cepeda y de doña Dolores Abad Fernandez de Moreta. Fue tanta la resistencia y
tan profundo llegó a la coincidencia de
los legisladores y del gobierno, que las
bases del “Concordato” tuvieron que
modificarse, de esta convulsionada época datan las famosas Cartas Tramontanas,
escritas con el mismo propósito.
Así en 1856 fue enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario en chile, logrando que el Gobierno
de Santiago suscriba con el nuestro el llamado tratado “Continental”,
restableciendo así las relaciones con dicho país, que se habían enfriado un
tanto. También tuvo una brillante actuación como representante diplomático ante
el Gobierno del Perú. Además, el Gobierno del Ecuador lo comisionó en 1853 para
que arreglara la deuda externa con el agente de los tenedores de bonos, Sr.
Elías Mocata, misión en la cual tuvo buen éxito, logrando levantar el crédito
de la República.
Don José María Caamaño había
presentado un proyecto para fundar un banco. En congreso impuso ciertos cambios
que no fueron aceptados por aquel. El doctor Francisco Xavier Aguirre
solicitaría en 1857, la aprobación de los estatutos para otro banco, no los
aprobaría la legislatura.
Nació en Baba el 17 de Abril de
1808; según sus documentos de ingreso a la Armada consta como nacido en
Guayaquil. En 1820 fue enviado a estudiar al Convento San Luis de Quito. El 30
de abril de 1823 se graduó de Bachiller e ingresó al Convictorio de San
Fernando, donde se incorpora como Doctor
en Jurisprudencia el 9 de Julio de 1827.
Siendo ya un hombre instruido decide ingresar a la Escuela Náutica y lo hace
con fecha 14 de Julio de 1828.
El curso lo conformaban 13
alumnos; Francisco Xavier Aguirre tenía 20 años de edad a la fecha y se
encontraban repasando la aritmética, cuando se suspendió el curso el 22 de Noviembre de 1828, por la
invasión de los Peruanos y trastornos en el Departamento; todos los alumnos
fugaron a los campos. Entre sus compañeros de curso estaba el joven Juan Manuel
Uraga que con el tiempo ostentaría el grado de general de la República. La
Armada, con este episodio perdió la oportunidad de contar en sus filas con un
hombre de grandes condiciones intelectuales y de alto valor moral, pues su
brillante vivencia así lo atestigua. Abogado y político brillante, pudo llegar
a la Presidencia de la República pero el cuartelazo de García Moreno en 1869 lo
impidió. Como historiador escribió el “Bosquejo Histórico de la República del
Ecuador”. Falleció el 24 de Diciembre de 1882.
108 - "Aguinaga Domingo"
Jesuita payanés, profesor de la
universidad de San Gregorio Magno, de Quito en el siglo XVII. Escribió en latín
un tratado sobre el ministerio de la Encarnaci de cual consta un fragmento
traducido, en la Antología de prosistas ecuatorianos.
109 - "Agulis Marie"
El superior, se siente aquejado
de violentos dolores de cabeza, de enajenamiento y turbación. El reumatismo le
impide caminar; por lo que solicita le llevan a la clase en un sillón. Ello
impresionó a sus discípulos y a los padres de familia.
El hermano Director se dirige a
la costa en busca de clima cálido, mas no mejora y tendrá que regresar a
Francia en 1868.
El hermano Albano encuentra en
1868 en el lecho del dolor al abnegado Director Agulis Marie, a quien “el Ilmo.
Toral, había administrado el Sagrado Viático, porque los médicos habían creído
que llegaba al término de su vida”.
El Hno. Agulis Marie deseaba
morir en el Ecuador pero, misterio de la perseverancia el último suspiro lo
exhaló fuera de la congregación años más tarde.
110 - "Aguinaga Gabriel de"
Profesor de filosofía en la
Universidad de San Gregorio Magno, Quito, 1691 – 1694 (Colombiano)
111 - "Aguilera Rafael D."
Fue cura de nuestra señora de las
Mercedes de Babahoyo desde el 4 de septiembre de 1874 hasta el mes de Abril de
1878.
112 - "Aguilera Nicolás"
Prócer preso en el cuartel real
de Lima; en Quito falleció asesinado el 2 Agosto de 1810, con varias heridas de
bala en las diversas partes.
113 - "Aguilera Mariano"
Mariano Aguilera, guardián que
fuera del convento de San Francisco de Latacunga, participa en todos los hechos
en brillante forma. Después de servir en las misiones encomendadas por sus
superiores en el Oriente viene a Latacunga en Enero de 1800. Desde los primeros
momentos se pone de parte de los patriotas y actúa tanto que el Gral. Toribio
Montes le destierra a Guayaquil, desoyendo aún las súplicas que le hace su
hermana Sor Manuela de la orden de las Clarisas. Montes no atiende la petición,
ordena de inmediato se lo conduzca a Guayaquil. Jorge de Ricaurte corregidor en
ese tiempo, juntamente con Manuel Pimentel y Malpica y bajo el ciudadano de don
Juan Rosi de inmediato cumplimiento a la orden anterior. Su hermana Manuela
suplica a Montes se le detenga en Guaranda en poder de Fr. Antonio Sanz,
Franciscano que era “Español realista fiel, que fue excomulgado y suspendido
por el Ilmo. señor obispo, por haber querido sostenerla” justa causa “Con
pláticas y exhortaciones; habiendo huido para Guayaquil regresó con el ejército
real. Se halla interino por vacante”. Nada de esto le conmueve a Montes y Fr.
Aguilera siguió su destino.
114 - "Aguilera Juan"
Presidente del consejo de Cuenca
1850.
115 - "Aguilera Buenaventura"
Buenaventura Aguilera, de San
Miguel de Mollambato , trabajó brillantemente por el triunfo de las ideas
revolucionarias y sufrió vejámenes y constantes persecuciones.
116 - "Aguilera Malta Demetrio"
A este viajero incansable que es
Demetrio Aguilera Malta (Guayaquileño, nacido en 1909, casado, tres hijos)
había publicado ya un libro de versos, el “Libro de Manglares”, con temas
cholunos del mismo ambiente donde se desarrolla gran parte de mi narrativa y algo
de mi teatro. Y más antes aún, en colaboración con Jorge Pérez Concha, unas
páginas frescas, tiernas, de juventud, casi de niñez, que se agruparon bajo el
título de “primavera interior”. Después de los poemas de la Guerra Civil
española, que escribí como testigo ocular de la barbarie, porque coincidió con
mi primer viaje a la Península, en Plan de estudios, me entusiasmaron las
posibilidades del teatro e hice mi primera pieza, “Paca Solano”.
Después vinieron otras obras para
la escena y sin darme cuenta, me hallé escribiendo relato, de donde pasé a la
novela. El teatro no es tal si no es representado y al menos cuando yo hice mi
obra dramática, montar una pieza en el Ecuador era poco menos que imposible.
Sólo con “Lázaro”, que puso en escena Ernesto Albán tuve alguna satisfacción:
me dio unos centavos y me llevó a pasear, con la obra a cuestas, por todo el
país. “Dientes Blancos” y “El Tigre” con la compañía de Carl Loewenberg en la
cueva del Búho y en los roles protagónicos a Vera de Kohn y a Julián Terneux.
Tengo también otras piezas teatrales: “Infierno Negro”, “La muerte de gran
negocio”, “No bastan los átomos”, “Don Goyo” con su temática terrígena, en la
que se inscriben también “La isla virgen”, “Jaguar” y “Siete Lunas y Siete
Serpientes”.
En otra línea están “Madrid,
reportaje novelado de una retaguardia heroica”, “Canal Zone”, “Una cruz en la
sierra maestra”, que no sé porque fue retirado de la circulación y “El
secuestro del General”, que muchos creyeron equivocadamente que se refería al
secuestro del General Ron. Los que mejor suerte han tenido son “El secuestro del General”, con numerosas
ediciones y traducciones, y “Siete Lunas y Siete Serpientes”, que no sólo ha
sido traducida a diversas lenguas, si no que fue publicada también en una
millonaria edición bolsillo. Recuerdo que usted comenzó a publicar una serie de
versiones históricas noveladas “La cabaleresa del sol”, “El Quijote del
Dorado”, etc. ¿Qué pasó con esa idea?. Perdí interés en ella. Había proyectado
algo así como un enorme mural de la historia de América; pero después de
algunos títulos editados en México, se me desgastó el entusiasmo. Fui uno de
los animadores de la primera etapa del partido Socialista Ecuatoriano; pero
realmente nunca he sido lo que se llama un hombre de partido.
Lo que he sido y sigo siendo es
un defensor de la libertad humana. Algunos analistas de mi obra han creído
hallar ya en “Don Goyo” las raíces del realismo mágico; pero otros han dicho
que en “Siete Lunas y Siete Serpientes” hay una clara influencia de “Cien años de Soledad”, sin darse cuenta de que mi obra
se publicó tres años antes que la de García Márquez. Con mis funciones
diplomáticas no tengo problemas. Lo que me hace cada vez más difícil escribir
es la vista que me está faltando y el hecho de que me he puesto demasiado
exigente conmigo mismo. Tengo que rehacer mucho.
Antes escribía una página y allá
se iba, ahora no es así; además estoy siempre en busca de nuevas técnicas, de
nuevas maneras, como si no me conformara con nada. Ahora mismo estoy escribiendo
una novela sobre las cosas del fútbol, con el título de “Las pelotas de
Píndaro”. Ahí estará todo ese mundo que la gente mira como una cosa
superficial, sin darse cuenta de los negociados, de las posiciones de las transnacionales
del deporte, de todo eso que está más allá
de estadio. El buen mozo lleno de todas las inquietudes creadoras:
pintaba, hacía pirograbado, se entusiasmaba por el teatro y el cine y sobre
todo hacia la literatura. Pasado el momento en que se repartieron el territorio
entre los tres grandes Aguilera Malta el territorio insular del delta, Gil
Gilbert la zona montubia del arroz y Gallegos Lara la gran cantera urbana.
Demetrio emprendió nuevos viajes. Anticipándose al “realismo mágico” se adentró
en temáticas nuevas.
De su breve permanencia en Panamá
quedó también un testimonio de condena frente a las formas opresoras de
injustica social que nos dejó la era canalera.
En una pequeña galería privada
una hermosa colección de pirograbados con motivos típicos de Guayaquil, mi
bisabuelo era un hombre de letras que escribió piezas de teatro, algunas de las
cuales, como “El Gran Caballero”, se estrenaron en Madrid. Cuando mi padre se
trasladó a las islas donde yo me crie, me encontré con un fabuloso fondo
editorial. Yo era una criatura que había abandonado el colegio, como tantas
otras veces y me dediqué a leer. En esa época las islas, aunque quedan atrás de
Guayaquil, eran casi inaccesibles. Yo prácticamente vivía aislado.
Pero tenía el mar; el tiempo en
las islas lo aprovechaba nadando, manejando canoas o pescando y leyendo; mi
padre que fue mi gran amigo toda la vida, no estaba en absoluto de acuerdo con
que yo hubiera dejado el colegio. Y me dejó de hablar, y yo empecé a sentirme
un poco preso en la isla y a experimentar un gran dolor por la ausencia de
comunicación con mi padre y decidí regresar a Guayaquil para seguir estudiando.
Cuando volví mi visión del mudo había cambiado mucho por lo que había
aprendido, más que en los libros, en la tierra porque me había impregnado de
los mitos y de las leyendas de esa gente de la isla, había hecho su misma vida,
había conocido de cerca sus problemas. En Guayaquil me sentí al principio un
poco marginado.
Y en eso empecé a encontrar
amigos: José de la Cuadra, quien fue mi maestro; Joaquín Gallegos Lara, que
murió en la casa en que yo nací, Enrique Gil, menor que nosotros pero un
intuitivo genial quien había amanecido con temáticas como la del negro
Santander, como la de El Malo, y que manejaba un magnífico idioma, y Alfredo
Pareja Diez Canseco. Se abrió para mí un nuevo tipo de diálogo. Y fueron los
comienzos.
En esa época todavía vivíamos los
últimos coletazos de la torre de marfil. Y entonces cometimos una nueva
literatura, ingenua, muchos han dicho que social cosa que yo no creo porque, en primer lugar, todo
arte es social, en segundo lugar, esta literatura se encontraba aislada de
otros valores.
Un buen día, por las mismas
razones por las que dejé el colegio, por ser un aventurero con antepasados
marinos, mezcla de muchas razas porque, aunque mis antepasados mediatos son de
Manabí, los anteriores fueron florentinos y los remotos, portugueses, un buen
día digo salí del Ecuador. Pintaba y
dibujaba entonces así me ganaba la vida. Y llegué a Panamá en una noche de carnaval.
Me entusiasmó Panamá con la contorsión de los negros, la música estridente, la
nostalgia que traían a la vida del canal, ellos los negros que lo hicieron con su esfuerzo y a quienes
primero se los llevaron las explosiones y después la miseria. Empecé a conocer
más a fondo la vida del canal, a asistir
a las grandes concentraciones de marinos a las que acudía una multitud
de gente que había pasado tres o cuatro meses en el mar y que, habiendo
recibido de una vez toda su paga, se las gastaba por la misma porque estaba
sedienta de aguardiente y de sexo.
Las transnacionales de entonces
comerciaban con el sexo y aglutinaban una gran cantidad de mujeres para satisfacer a los marinos. Y
eran días de locura y borrachera. Y los negros seguían marginados. Todo esto me
causó una impresión profunda. Nació “Canal Zone”, que fue mi segundo libro de
impacto porque “Don Goyo”, que se publicó iniciando el panorama literario
español e hispanoamericano de la colección
“Cenit” de Madrid, se había difundido bastante. El canal de Panamá, los
marinos la política de penetración Norteamericana, la vida tremenda de los
negros, el sexo el ritmo y el color fascinante de ese mundo de carnaval, me
dieron el tema para el libro. Por cierto que me andaban persiguiendo entonces y
yo, para salvar los originales de la obra, los llevaba enrollados en el
bolsillo del pantalón y no los abandonaba ni para ir al baño “Cenit” me pagó
buenos centavos y el libro tuvo muchas consecuencias en mi vida hasta hace poco
los norteamericanos no me daban visa y cada vez que pasaba por Panamá me
encerraban en el “bote”
Regresé al Ecuador y trabajé en
un colegio. Cuando estudiante abandonaba los colegios pero después casi siempre
he vivido de ellos. Y de las universidades; estaba pues allí cuando un amigo,
Carlos Zambrano me quedó mirando y me dijo: ¿Por qué no te vas a Europa? Y
llegué a España dos o tres días antes de que estallara la guerra civil. Viajé
en un barco de la Armada Real Inglesa que demoraba dieciocho días en la
travesía era tremendo viajar en navío en esa época. Llegué y comenzó la guerra.
No se podía permanecer al margen. Yo había ido a estudiar con Unamuno y terminé
estudiando en la calle, con los españoles que pasaban.
Fui al frente y empecé a escribir
en los periódicos mientras hacía un libro que se publicó en la editorial “Orion”
de Barcelona, con bastante éxito. Además me dio una de las emociones más
grandes de mi vida porque cuando se hizo la promoción de la obra habían
pancartas en las Ramblas con mi nombre y unas muchachas vendían el libro y todo
el que pasaba se llevaba su ejemplar. Yo veía la cosa desde lejos pero tenía
unas ganas locas de gritar que ese que había escrito la obra era yo. Desde
España salí como tantos otros, después
de los que pasó. Regresé otra vez a mi patria. Después de poco tiempo me
llevaron al Ministerio de Educación. Al comenzar allí, le dio peritonitis al
ministro y yo, que era un muchacho tuve que hacerme cargo de la cartera. Eso
fue tremendo. Después salí de nuevo. Estuve en Estados Unidos y trabajé en el
Departamento Cultural de la Unión Panamericana. Pero me desesperaba. Me
desesperaba un día por allí Benjamín Carrión quien me vio como mono enjaulado y
me propuso ir con él a Chile, donde se dirigía como embajador. Fui como
encargado de negocios adinterim. En Chile me dediqué al cine, hice mi primera
película de largo metraje. Después me trasladaron, dentro del Servicio
Exterior, al Brasil donde hice mi segunda película.
Luego, al Ecuador donde realicé
dos películas de cierta importancia después, un proyecto de una gran película,
“Don ángeles y medio”. Pero secretamente continuaba escribiendo vino la
revolución cubana y escribía un libro que se llama “Una cruz en la sierra
maestra”, con un tema muy lindo un pueblo creo que en Cataluña que con
frecuencia era asediado por diversas facciones de las estuvieron en pugna eran
las muchachas, quienes se inventaron un cementerio con cruces huecas, cuando
venía el enemigo las muchachas se metían dentro de las tumbas y respiraban por
los huecos de las cruces. Eso lo trasladé a Cuba no era un libro muy bien
escrito. Se editó en Buenos Aires e incautaron la edición. A cuba se le
venía el mundo encima. La obra no ha
circulado.
Después empezaron a venir libros
históricos, mejor hechos. Tenía un proyecto ambicioso, quizás derivado de las
mil lecturas de don Don Benito Pérez Galdos. Yo quería dar una especie de
visión de América Latina y sus relaciones con España a través de una serie de
episodios americanos, se publicaron tres o estoy trabajando en dos más, pero
mientras escribía esto me encontré con que me había transformado completamente.
Era otro escritor. “Siete Lunas y Siete Serpientes”, el secuestro del General, réquiem
para el diablo y aun Jaguar no tienen nada que ver con mis libros anteriores.
Parece que fueron escritos por otro hombre. Esto ha sido un poco mi salvación
porque me rejuveneció por dentro, se operó un fenómeno muy curioso: en lugar
que los años me afecten negativamente y me empobrezcan, merenové. “El Secuestro” es mi primer gran esperpento,
es una novela absurda, capturan al
general poniéndole una cadena de bananos, va tras los bananos a meterse en una
jaula y ahí solicito se encierra y muchas cosas así. “Réquiem para el diablo”
es una novela de las transnacionales y de los negros. Es toda una historia de
muertos que han pasado ese estado por un diabólico inventor que convence a los
mandamás de un país de que la solución para el problema de los negros es
convertirlos en embutidos porque así no sólo que se los elimina que se los
aprovecha como alimento para los blancos.
Y sigo trabajando. Entre otras,
una de mis dificultades es que no sé corregir. Y entonces tengo que recibir. A
veces he reescrito por dos o tres veces el mismo libro. No se no puedo
corregir. Y el trabajo se me multiplica, máxime ahora que casi no veo. Tengo
muchos, muchos proyectos. Quiero como uno de los programas de mi vida de
hombre, ayudar a la generación que viene.
Demetrio Aguilera Malta (1909)
crea una figura de contornos épicos y míticos, dentro de un contexto animista,
con prosa de alto lirismo, “Don Goyo” (1933) y vuelve a la vida de las gentes
del cholerío en “La isla virgen” (1942)
Retoma la veta de “Don Goyo” y
musicaliza esos temas míticos y mágicos en “Siete Lunas y Siete Serpientes”
(1970), suerte de auto sacramental de religiosidad americana. Y en el “El
secuestro del General” (1973) tienda las posibilidades del esperpento, el
feísimo y la hipérbola para una novela política con presidente demagogo,
general gorila secuestrado, comparsa palaciega y guerrilleros, en conjunto que se mueve entre
lo simbólico y lo maniqueo.
117 - "Aguilar
Nicanor"
Ni alto ni pequeño, llamaban el
gordo Aguilar porque ciertamente lo era. Su rostro pequeño tendiente a la
palidez, tenía una expresión sumamente amable, sonreía frecuentemente con
marcada espontaneidad. Sus modales pulcros y de natural aristocracia. Sus ojos
grandes, cafés y expresivos tenían la mesurada movilidad de las personas hechas
a dominar sus primeros impulsos. Era también, carrilludo y de rostro amplio.-
Fue el tránsito entre el profesor antiguo y tieso e impositivo, al maestro
optimista, constructivo de la pedagogía moderna. Comentario sobre el canónigo
Nicanor Aguilar de Manuel Maria Muños Cuencano Escritor su discípulo.
Nicanor Aguilar que escribió poco
y que publicó menos, en forma de folletos, y hasta unas breves piezas de teatro
escolar, fue él mismo un poeta religioso, tanto como lo fueron, con
sentimientos más o menos semejantes, el Hno. Miguel (Francisco Febres Cordero y
Muñoz) y Julio M. Matovelle. La folletería de Nicanor Aguilar se concretaba a la publicación de sus
oraciones Fúnebres, sacadas de la “Revista Católica” de Cuenca, pronunciadas en
la Iglesia Catedral de Cuenca en Homenaje a Obispos, sacerdotes, gente pública
como el Jesuita Melchor Becerra, Jesús Arizaga, Lizardo Abad, Javier Landívar y
Juan Cuesta, de Rafael María Arizaga, Antonio Borrero, Octavio Cordero
Palacios, Miguel Cordero Dávila, muchos más, género en la cual fue un maestro y
de algunas páginas de poesía profana, como “De Arte Antigua” y “Trenos de una Madre” (en homenaje a Víctor
León Vivar) y de poesía religiosa: “Sagrada Quito”. Cuadros Poeticos, en las
Bodas de plata de la Dolorosa del Colegio, novenarios en verso; “Pureza,
martirio y amor”, en homenaje al corazón de María, himnos, trisagios, etc. y
“Mi Boda”, dedicada a sus amigos que celebraban sus 25 años de vida sacerdotal, versos como los de
“Pureza que andaban en la memoria de las gentes, como oraciones. Era canónigo
de la Catedral de Cuenca. En el libro de Manuel M. Muñoz Cueva: “Una Vida
Morlaca: Nicanor Aguilar”, su autor cuenta muy interesantes episodios de esta
actividad literaria: Aguilar creó el Centro “Fraternidad”, el “Círculo
Católico” y la “Academia Preparatoria del Azuay”, Manuel Muñoz Cueva: Una vida
Morlaca/Nicanor Aguilar. Cuenca, 1951. Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo
del Azuay.
El 22 de Noviembre de 1905
aparece “La Alianza Obrera”, nombre de
una sociedad de hombres que se dicen independientes y acaban de agruparse al
claror de una morlaca luna de mayo. Este humilde seminario fue el carbón y el
cuarzo, con el diamante y el oro de los editoriales de su Director el ilustre
mecenas de Letras, Dr. Nicanor Aguilar. Los nuevos prosadores y cita seguían
frecuentando la casa de Nicanor Aguilar, franca y sola riega casona, a la que todos entrábamos sin
golpear la puerta. Allí, en su pieza, siempre abierta, atendía al uno y al
otro, dictaba a cuatro amanuenses, escribía panegíricos, poemas, sus
bossuéticas Oraciones Fúnebres.
Y aquellas Necrologías, tan suyas
tan antológicas tan clásicas, presidía exquisitamente una academia de muchachos,
“daba haciendo” escritos, cartas, versos y noviazgos ¡El curita Aguilar era un
oráculo de la Juventud! De entre ella emergía con verticalidades machas.
118 - "Aguilar"
Los capitanes Aguilar, Sinche, el
joven Gaspar Alamiro Plaza, sobrino del Gral. Franco, habían caído prisioneros,
después de que García Moreno partió de Jambelí . A su llegada a Santa Rosa supo
que todos tres paseaban en la calle. Mándales aprehender: no fueron hallados si
no los dos primeros y se les fusiló acto continuo, en el cementerio del pueblo.
El joven plaza se había ocultado, buscándole con afán y fue sacado del
escondite en altas horas de la noche. El tirano mandó fusilarlo, más revoco la
orden a ruego de los suyos.
A mediados de 1869, se reunieron
una noche, en la barranca de Jerusalén, los conspiradores ya nombrados,
acompañados del Dr. Alejandro Cárdenas de Alejandro Cevallos de Aguilar el
atormentado en Guayaquil, quien furtivamente salió del escondite. Uno de los
más entusiastas, el Dr. Carlos Cáceres, se embriagó y empezó a disparar tiros
de revólver. Disolviendo en el acto: por milagro no fue descubierto este
proyecto. Otra conspiración más de los mencionados, el comandante Diego
Pimentel, Guayaquileño confiado en Quito, el Dr. José Antonio Sánchez, quien
acababa de soportar prisión y grillos, en compañía de Verdesoto, Gamarra
Aguilar y otros, Juan Elías Borja, hijo del patriota que murió en la barra,
Manuel María Maldonado, hijo del Gral. Muerto en el patíbulo, Rafael Gonzalo,
Rafael Suárez, Rafael Quijano, Manuel María Zambrano, Antonio Marcos y los
militares A. Dalgo y Gregorio Campuzano. Sánchez fue el delator; el 14 fueron aprehendidos
el Sr. Alejandro Cárdenas, el Dr. Manuel Salvador Gómez de la Torre, Alejandro
Rivadeneira, Manuel María Maldonado, Diego Pimentel, Manuel María Zambrano,
Severo Fuertes y Manuel Cornejo Cevallos. El mismo día 14 fueron declarado en
estado de sitio las provincias de Pichincha y León y el 18, toda la República.
El tirano dio este proclama.
119 - "Aguilar Francisco Javier"
Profesor de filosofía de la
Universidad de San Gregorio de Quito. No se lo conoce texto pero por
referencias de Eugenio Espejo, que le siguió muy cerca siempre, se sabe que era
doctor en la lógica y que trato de integrar los nuevos principios de la
ilustración aunque sin aceptar todos los datos que estos proponían. Fue el
primero en querer conciliar lo antiguo con lo moderno, de suerte que dejó a un
lado el sistema de Tolomeo para acoger el de Ticho Brahe, intermedio con el de
Copérnico que nunca explicó. El profesor Carlos Paladines indica que ya para
entonces se había comprobado científicamente y experimentalmente sobre todo, la
veracidad de Newton y Copérnico, por lo cual se llega a la conclusión que la
ciencia demoraba en llegar a nuestra lejana Audiencia de Quito y a los
Claustros y a los profesores.
120 - "Aguilar Vásquez Aurelio"
Ministro de Gobierno 1941 – 1942
– 1943 – 1944
Secretario del Consejo Cantonal
Cuenca 1926
Agente Fiscal Manabí 1927
Nació en Cuenca 1900
Miembro del Consejo Provincial
Cuenca 1931
Profesor Universidad Cuenca 1939
– 1940
Subdecano Facultad de
Jurisprudencia Cuenca 1931
Profesor Universidad Cuenca 1939 – 1940
Subdecano Facultad de
Jurisprudencia Cuenca 1940
Doctor en Jurisprudencia
Abogado 27 de Octubre de 1923
Secretario Gobernación de Manabí
1927
Vicepresidente Cámara del Senado
1940
Presidente del concejo de Cuenca
en 1938
Se quitaron los derechos de
ciudadanía a varias personas
simpatizantes del régimen anterior o que habían trabajado con este, como
ocurrió el Dr. Aurelio Aguilar Vásquez, jurisconsulto cuencano que desempeño la
cartera de Gobierno en época del mandatario Guayaquileño 1944.
Manuel A. Investigación
científica: Quito Ministerio de Educación Público 1978. Incluye bibliografía.
Aguilar Vásquez, La Universidad y
la cárcel. Cuenca, 1936. Tipografía Municipal.
Informe del Ministro de Gobierno
1941 – Quito
Al servicio de la causa del niño – Cuenca 1940
Proyecto de código Penal – Cuenca
1936
Informe a la Nación – Quito 1943
– 100
La Universidad y la cárcel
palabras de extensión universitaria – el tres de noviembre cuenca número VIII
agosto de 1936
Discurso pronunciado al declarar
inaugurado la semana del Niño el 3 de Noviembre – Cuenca num XXIV Diciembre de
1937
Algunas ideas sobre política – el
tres de Noviembre – Cuenca num 69 – 70 septiembre octubre de 1941
Tratado sintético del Derecho
penal Revista de la Universidad de Cuenca num 8 Agosto de 1932
Señor Rector del Colegio Nacional
Benigno Malo revista del colegio Nacional Benigno Malo Cuenca num 5 de Marzo de
1923
Un fallo de la corte suprema
revista de la Academia de Abogados del Azuay – Cuenca num 11 Agosto de 1952
Saludo al Excmo. Sr. Dr. Manuel
Serrano Abad – Obis por Axiliar de Cuenca revista Católica Cuenca – año XXXVI
num 12 Diciembre de 1954
Al servicio de la causa del niño
cuenca 1940 13 X 10,6 Tip Municipal
121 - "Aguilar Vázquez Carlos"
1897 – 1967 La poesía de Carlos
Aguilar Vásquez tiene fragancias campesinas y huele a congona y flor de retama.
En sus obras completas se recoge algo así como un medio millar de producciones
en verso de temático casi homogénea y de distinta extensión, en el lapso que va
de 1911 a 1966, es decir, en cincuenta y cinco años de constante ejercicio
intelectual que para la vida de un hombre de letras significa todo la
existencia.
La poesía de Carlos Aguilar
Vásquez pertenece plenamente a la escuela Cuencana, escuela intimista y
provinciana y por lo mismo, familiar y casera. Al promediar el año de 1970 se
comenzó a publicar la serie de sus OBRAS COMPLETAS, no con el patrocinio de
institución alguna, si no bajo el patrocinio de su hija, doña Laura Aguilar
Arízaga de Moreira. La colección compónese de siete volúmenes: duró ocho años
en la empresa editora Abril de 1970 Julio de 1978 y comprende dos de poesía y
cinco de prosa. En sus libros se encuentran: verso, novela, prosa poética,
reflexionas filosóficas, historia, fábulas, tratados científicos, narraciones,
crítica literaria, periodismo, teatro, crónicas viajeras, investigación científica,
biografía y lingüística (con un total de 3.323 páginas) que no están ordenados
por géneros literarios, si no cronológicamente, lo cual no deja de ser un
inconveniente para la consulta bibliográfica.
Nació Cuenca 15 de Septiembre
1897
Presidente del Consejo Cantonal
de Cuenca 1938
Doctor en Medicina el 5 de
Octubre de 1923
Director de Estudios en Azuay
1935
Médico, ilustre escritor y poeta
escribe un bello ensayo con el título de “La Mentira su etiología y
tratamiento”, en el que desmenuza con profundidad psicológica esa construcción
parasitaria que descansa sobre la verdad y cuyo fin es la alteración, la
invención o la negación del hecho real, endógeno o exógeno.
El Dr. Carlos Aguilar Vázquez,
merece un estudio más detenido, sobre todo ahora que se están publicando sus
obras completas, en las que se encuentran joyas literarias de motivo médico,
dignas de meditación y de comentario autorizado; sin embargo, para ceñirnos al
sentido de estas anotaciones, o sea como un reencuentro histórico solamente
extractaremos, lo que de él comentamos anteriormente. Ha publicado una obra
poética de selección, como puede leerse en “Versos Oscuros” y “Cita de
Interrogaciones ”, y en otras que corren sueltas, además de las que en
presencia de la poesía Cuencana , N° 14, publicó el Dr. Rigoberto Cordero y
León, en 1956. Su producción literaria de sentido estrictamente médico,
encontramos en los dos folletos de estilo castizo y elegante: PAGINAS DE
HIGIENE y DOS CONFERENCIAS DE DIVULGACIÓN ANTIALCOHÓLICA y en la bella novelita:
DON SEBASTIAN BURGOS. Llegan al alma y la emoción brota en forma de una
lágrima, como cuando en las mocedades se leía a Pedro de Alarcón, al adentrarse
en las tiernas ELEGÍAS CAMPESTRES, y volar con el espíritu a la campiña, en
donde, en sus últimos años, el poeta se embebía en sus selectas lecturas en la
vecina ciudad de Azogues, en donde justicieramente ejerció la Presidencia de la
Casa de la Cultura; y desde el 12 de Abril de 1967, día de su muerte, pasó con
placer, a reposar definitivamente en la hacienda de la inmortalidad.
122 - "Aguilar Víctor F."
Profesor del colegio de San Luis
Cuenca 1900
Abogado
Doctor en Jurisprudencia 26 de
Junio de 1897
Licenciado en Leyes
Ministro corte superior Azuay
1909 – 1912
Tesorero Municipal Azogues 1901
No hay comentarios:
Publicar un comentario